Se sabe que dentro de los supermercados se tira mucha comida, pero como es obvio las imágenes ilustran más que las palabras. Durante el tiempo en el que estuve trabajando en una conocida cadena de supermercados traté de documentar el impresionante e irracional desperdicio de alimentos, tanto de forma escrita como gráfica. La segunda era algo más difícil: había cámaras por toda la tienda, muy pocos momentos en los que los encargados no miraran y la calidad de las imágenes dependían del único artefacto que era posible llevar encima en horario laboral: un teléfono móvil (aunque a veces conseguí esconder una cámara compacta).
*He modificado algunas imágenes para ocultar el logo de la tienda.
Cada día, de madrugada, se "recolectan" productos a punto de
caducar o que han sido apartados durante el día anterior, por toda la
tienda.
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Se apilan en cestas, cajas, carritos.
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Cada mañana un trabajador escanea los productos uno a uno antes de tirarlos.
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Hay días en los que la fruta y verdura almacenada en cajas para tirar forma
torreones.
Al final del día se llena una bolsa con productos de panadería que no
hubiera dado tiempo a vender. Como se presiona al panadero para hornear muchos,
normalmente no pueden venderse todos.
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La carne y los huevos se tiran por separado, en un contenedor del interior
del congelador.
El contenedor azul se llena cada día a rebosar, y a veces hacen falta dos.
Sobre las seis de la mañana pasará el delivery man a
recogerlos en un camión. El contenedor nunca queda en la calle al acceso de la gente que pueda aprovechar esa comida.
Imágenes: Diana Moreno
